Imagina esta situación: estás a punto de cerrar la compra de tu coche nuevo. Has negociado el precio, elegido el modelo, y solo queda firmar la financiación. Te sientas en el despacho del concesionario y, sin darte muchas opciones, te ofrecen un préstamo de una financiera concreta. Te dicen que es "la habitual", que "viene con el descuento" o que "es obligatorio para mantener el precio final del coche". Y tú, confiado y deseando terminar el papeleo, firmas.
Esta escena, muy común, podría parecer una simple práctica comercial. Pero en realidad, puede suponer una vulneración de tus derechos como consumidor, y abrir la puerta a una reclamación judicial por falta de transparencia, imposición de condiciones y posible nulidad parcial del contrato.
¿Por qué es un problema que te impongan una financiera?
Porque limita tu capacidad de elección y puede encarecer significativamente el coste de tu coche. Cuando el concesionario solo te ofrece una opción de financiación, o condiciona el precio del vehículo a que aceptes un contrato con una financiera determinada, estás ante una vinculación comcercial que puede resultar abusiva, especialmente si no se te informa con claridad o no se permite comparar con otras ofertas.
La ley es clara: el consumidor tiene derecho a elegir libremente cómo financiar su compra, y cualquier acuerdo que limite esa posibilidad debe estar plenamente justificado y explicado de forma transparente.
Claves que deben hacerte sospechar
Si en el proceso de compra te ocurrió alguna de estas situaciones, podrías estar ante una práctica impugnable:
- Solo se te ofreció una única financiera, sin posibilidad de acudir a tu banco o a otras entidades.
- Te dijeron que el precio del coche subía si no financiabas con la empresa que ellos proponían.
- No recibiste una oferta vinculante ni una simulación clara del coste total del crédito.
- Te entregaron el contrato en el momento de firmar, sin tiempo para revisarlo.
- No se te explicó el TAE real ni los productos asociados (seguros, comisiones...).
Todas estas prácticas pueden suponer una infracción de la Ley de Contratos de Crédito al Consumo y del principio de transparencia bancaria.
¿Qué puedes reclamar?
En función del caso, podrías reclamar por varios motivos:
Falta de información precontractual Si no se te entregó una oferta previa o se omitió información relevante sobre los intereses, el contrato puede ser nulo por falta de transparencia.
Condición abusiva Si el descuento en el precio del coche estaba supeditado a firmar con una financiera concreta, se puede impugnar por ser una cláusula abusiva no negociada individualmente.
TAE excesiva o no informada Si además la financiación tenía una TAE superior al tipo medio de mercado, estaríamos ante una posible situación de usura, con derecho a reclamar la devolución de intereses pagados de más.
Seguros vinculados obligatorios Si te impusieron contratar un seguro para acceder al préstamo, podrías reclamar por vinculación no consentida y recuperar el coste del seguro.
¿Cómo se reclama?
En Legiscar, este tipo de reclamaciones las tramitamos de forma sencilla. Solo necesitas:
-Tu DNI. -El contrato de financiación completo (o al menos los recibos si no lo tienes todo). -Algún documento que acredite el vínculo con la compra del coche (factura, albarán, oferta comercial...).
Analizamos el caso sin coste, y si vmos base legal, iniciamos el proceso judicial. Además, solo cobramos si recuperas tu dinero.
Conclusión.
Aceptar una financiación impuesta por el concesionario puede parecer algo menor, pero no lo es. Si no se te dio a elegir, no se te informó correctamente o el coste fue excesivo, es probable que tu contrato sea impugnable.
Revisar ese contrato ahora puede ahorrarte miles de euros. Y si ya lo has terminado de pagar, aún estás a tiempo de reclamar.
En Legiscar defendemos tu derecho a comprar, financiar y reclamar… libremente.